jueves, 2 de noviembre de 2017

EL BARQUILLERO

EL BARQUILLERO

EL BARQUILLERO

Ya no se ven en las plazas, ni e la salida de los colegios. Tampoco transitan  por las calles de nuestros barrios.

EL BARQUILLERO

Anunciaba su llegada haciendo sonar un triángulo, y en poco tiempo era  rodeado por chicos que saciaban su ansia de golosinas con sus dulces barquillos: unas hojas delgadas de pasta plegada en forma de triángulo o semicírculo.
Tradicionalmente, los barquilleros llevaban sus cestas con barquillos y una ruleta en la que los compradores podían probar suerte.

El juego consistía en dar vueltas a una rueda que apuntaba a diferentes números.

Si había varios participantes, el que sacaba la cifra menor, pagaba todos los barquillos.

Si era una sola persona, pagaba unas monedas y tenía derecho a llevarse un barquillo en cada jugada, salvo cuando caía en la casilla del clavo, en cuyo caso perdía todo lo ganado.

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